martes, 31 de mayo de 2011

¿Dónde está la lavadora?


La lavadora es un gran electrodoméstico, que fue inventado en el siglo pasado, y mejorando su mecanismo a lo largo de los años. El avance de tener la lavadora en casa (atención a mis palabras) implicaba no tener que bajar con el cesto al río a lavar a mano, por ejemplo. Tener libertad para poder lavar tu ropa cuando quieras, cuantas quieras y como quieras. Da igual si la tienes que meter encajonada en el baño, en una esquina en la cocina, si es de carga frontal, lateral o pino puente. Pero no hay español que se precie que no tenga su lavadora en casa. En nuestras casas españolas de Pin y Pon muchas veces tienes que elegir: lavadora o lavaplatos… lavadora claramente.

Bueno. Pues bienvenido a Suiza. Aquí, el país de las cosas prácticas, de la puntualidad, del sentido común, de la FIFA, del Comité Olímpico, de los abogados de animales, del derecho a la muerte digna…. ¡¡NO TIENE LAVADORAS EN CASA!! NO. Ene O, NO.

¿Cómo es posible? La primera vez que te encuentras con esta cruda realidad, no das crédito. Las casas tienen en general una estructura excelente. Baños agradables, instalaciones muy bien cuidadas, súper calefacción, súper depósitos de agua caliente, súper ventanas de 23 dedos de grosor, cocinas paneladas, lavaplatos… pero ponte a buscar la lavadora… no está. ¿Cómo que no tá? NO TÁ.



¿Y donde está? Ay amigos, en el sótano. Abajo. En una esquina, degradada, olvidada, sola.

Hasta aquí diréis, bueno, tan poco es tan grave. Sí sí, amigos acomodados…. al loramen: ¿y la puedo usar cuando quiera? ¡¡¡JAJAJAJAJA, FESTIVAL DEL HUMOR!!!! NOOOOOOOOO, otra vez, venga, NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. No la puedes usar cuando quieras. En nuestro primer apartamento…. Atención… redoble de tambores….. cornetas…… trompetas…. CADA 15 DIAS!!!! ¡Toma ya! ¡¡¡Si amigos, tienen un calendario que te viene dado de serie y no se puede cambiar, y cada vecino puede usar la lavadora un día cada 15 días!!!!! Dios!!!! ¿Os imagináis en nuestras casas madrileñas de Pin y Pon lavar cada 15 días? No hay armario que aguante como mínimo: 15 bragas, 15 sujetadores, 15 medias, 15 leotardos, eso la española-majetona, porque el suizo-majetón también tiene sus 15 gayumbos, sus 15 calcetines, sus 15 camisetas… y como sea de lo que me pongo pantalón 2 horas y a la lavadora…. 15 pantalones.. en fin.. suma suma suma y sigue!!! A lo que hay que sumar sábanas, toallas y demás ropa de casa… porque una cambia las sábanas todas las semanas. ¡Que menos!

Venga, que aquí no acaba el tema…. El bombillamen que ideó este sistema, además, decidió que cada vez se usara el electrodoméstico debería abonar: por cada lavadora de color 3 euros, y la de blanco, 6 euros, más secadora mínimo 4 euros. Es decir, 2 lavadoras de ropa majetona + 2 lavadoras  ropa majetón + 1 mínimo ropa de casa blanca + 1 secadora para las toallas (que menos)= chuletón de Segovia que me podría meter entre pecho y espalda!  Y encima, sólo acepta ciertas monedas y si te olvidas que la has puesto y vuelves y ha acabado tienes que meter 1 puto franco para que se abra la puerta!!!!!!!! LE COPÓN BENDITO!

UN ROBAMEN EN TODA REGLA!!!!! Esto no es ser práctico! Es ser un ladrón!!!!

En honor a la verdad he de decir que nuestro casero era de lo más rarito que encontramos. Y digo era porque ahora nos hemos cambiado. ¿Hace falta decir el motivamen? Nos hemos ido del Bronx a barrio acomodado. Hasta el Bronx está caro, coñe!

Ahora soy otra. Seguimos teniendo lavadora común, PERO, es gratis, y la puedo utilizar siempre que quiera. El conjunto sotanil consta de dos lavadoras, una secadora, y lo mejor, dos cuartos para tender la ropa con ventilador de aire caliente! Ahora, huelo a suavizante, y me encanta! Con que poco se hace feliz a una….


lunes, 30 de mayo de 2011

Por qué las suizas no tienen celulitis (y mi bautizo como zuriquesa)

¡Qué gran tema! Estos días, el calor aprieta en Zürich. Es hora del chapoteo general. El río y el lago se llenan de gente para darse un chapuzón… bueno, no todos. El suizo por excelencia es el que está dentro del agua, incluido el suizo-murciano. La inmigrante, es decir la española majetona, fuera. Y eso, da mucho tiempo para observar.



Y es que cuando llega un grupo de polluelas suizas, hablando en dialecto, pues la curiosidad española salta, cual salmón en río. La polluela suiza es, como diría mi amigo Luis, tipo gamba. Lo mejor es el cuerpo, y no hace falta la cabeza. (Otro día hablaremos de la vestimenta. Hoy, vamos al meollo celulítico.)

El ojo que todo lo ve, es decir, el güertano, fija su mirada en aquel lugar que más duele a la española en su treintena: la pistolera. Y compara, claro. Como es posible que el 80 por ciento de los culos que veo en el lago no tengan un gramo de celulitis!

Tras varias semanas de investigación (y algún que otro correo electrónico explicándoselo a mis amigas) la solución está clara: ¡¡¡el agua helada!!!! El agua fría aprieta las carnes, ¡es sabiduría popular!.

A ver quién es el valiente a meter el pie en el lago o en el río, cuyas aguas proceden del deshielo de los Alpes… eh? Venga, un valiente que levante la mano….

Tantas cremas, tanto ejercicio, tanta historia hablando de reducción de cartucheras. NADA. Agua fría, señoras. ¡Salir del agua amoratada es la solución!

Así que,  esta marmenorense de a pie, allá que se fue ayer a poner en práctica la teoría. Si las polluelas pueden, yo también.

Os pongo en situación:

Llegamos al río, que está a unos cinco minutos a pie de casa (un lujo). El sitio donde poner el huevo es una isla en medio del río, el Limmat.  Saltando al personal conseguimos poner nuestra gran toalla de Unión Fenosa en el medio del césped (que no se note que somos españoles…). El "suizo-murciano con gen de Alfredo Landa" no se lo piensa dos veces y va directo al agua. Yo, más cautelosa, observo….. Sólo hay una escalera, y hay cola. Todos van rapidito. ¿Cómo me las apaño para mojarme al menos tipo abuela para que no me de impresión? Me armo de valor, y empiezo a bajar la escalera toda digna… Como si el tema de la temperatura no fuera conmigo. Meto el pulgar…. AH! Se me hiela.  Miro para atrás, y veo una cola de especimenes con bañador tipo braga náutica que me asusta aún más con cara de… venga bonita… Suizo-majetón está ya dando volteretas dentro del agua…. Ay madre. ¡Yo estoy aprendiendo alemán! No tengo soltura para decir, “un momento por favor, es que soy del Mar Menor y allí el agua está a 35 grados…” NO. En estos instantes de tensión ¡no tengo facilidad de palabra en alemán! Pero, saqué la vergüenza torera;  al toro bravo que todo español lleva dentro; al “antes muerta que sencilla”.. y pa dentro!!!! AHAHAHAHAHAHAHHHA!! LO CONSEGUÍ! ¡Estaba dentro del agua! ¡A 19 graditos! Pero…¿que pasa? ¡Mi cuerpo se va! ¡No puedo parar! Que me lleva la corriente… ¡Dios que agobio! ¡Me quiero capuzar y no puedo! Y es que resulta que la gracia no sólo es el agua helada, sino en dejarte llevar por la corriente del río. Acabáaaaramos.



Al final resultó una experiencia estupenda, tan encantada quedé que hasta repetí. Se puede decir que fue mi bautizo como zuriquesa.

Y aquí está el kit de la cuestión. Salí del agua, me miré los brazos, y estaban amoratados. Esperanzada, me miré el culo…. Por un instante soñé, tantos años de cremas, de regímenes de la cebolla, tanta historia….. hasta que el rabillo del ojo buscó, enfocó y confirmó: la muy petarda de la celulitis seguía ahí.


domingo, 29 de mayo de 2011

Suiza, ese enorme desconocido

Si. Suiza. No Suecia. En Suiza hay suizos, no suecos. Y aunque no tiene mar, Suiza es una isla en mitad de Europa. Una isla rodeada de montañas en donde conviven multitud de culturas y lenguas. Todo ello con un denominador común: los Alpes. Esto es muy recurrente. Cuando no entiendes algo, la explicación favorita de mi Erasmus-majetón es “es que es la cultura de los Alpes”. Cualquier cosa que se sale de la lógica española es…. La cultura de los Alpes… pues vale. Esto, traducido a nuestro castellanico sería “por mis coj…”. Pero es que estos suizos son muy educados.

Vamos a empezar rompiendo mitos. Suiza no tiene tres cantones….. son ciento y la madre…. No hay cantón alemán… ni francés, ni italiano… Nein.  Cada cantón tiene su peculiaridad, su cultura gastronomía, su idioma y sus leyes especiales (esto se merece varios post aparte).

Nuestro Cid Campeador español aquí es Guillermo Tell y sí, llevaba mallas verdes y caminaba por los Alpes descalzo, sin el último modelo de zapatillas “tacospardos.com”. En las Jornadas Medievales, que tan de moda están en España, aquí  no falta el Guillermo de turno disparando una flecha contra un niño acojonadillo con manzana en la cabeza….. Tiene su punto.


Aquí hay mucho más que queso, pan, mantequilla (para disgusto de mis posaderas) y bancos y relojes. Está la fábrica de Nesspreso! Lo que implica que nuestro amigo George está muy presente en las vitrinas del país para alegría de muchas. También hay un vino excelente y fruta autóctona riquísima. El gazpacho más rico que he hecho, ha sido aquí. (Thermomix forever!).

Los suizos autóctonos son educados, amables, listos y a veces, un pelin intransigentes. Aunque yo creo que esto ultimo es por la lengua, que no suena muy amorosa que digamos. De sosos tienen lo que yo de rusa….  El suizo llega, saluda, respeta los espacios, pregunta educadamente, coge una copa, sigue observando…. Hasta que llega la española, le rasca un poquitin, y zas, se lanza al centro de la pista a lo John Travolta. No falla. Y además tiene la habilidad de no tirar la copa y tirar el cigarro al cenicero. Increíble. Yo creo que se lo enseñan en el colegio. No os podéis imaginar la de cosas prácticas que aprenden en el colegio. Para muestra, un botón: limpiar bien el fregadero de la cocina porque el lavabo tiene que quedar sin gotas dentro…. Bizca me quedé.

En definitiva, Suiza es un pequeño país que no tiene más de tres horas y media en coche de punta a punta pero que encierra mucho en su interior. Y que lo iremos descubriendo poco a poco.

Presentación

Hola, me presento: soy una güertanica por el mundo. Nací en lo que llaman "la huerta de Europa" hace ya unos años. El afán por salir pronto del nido me llevó a vivir unos años en Estados Unidos de adolescente y después a estudiar la carrera y a abrime un caminico en Madrid. Allí fue donde hace unos cinco años el mundo Erasmus llegó a mi vida en forma de suizo majetón. Ahora, la majetona soy yo, porque llevamos viviendo en Zürich unos meses. Creo que ya estoy preparada para darle a la tecla y comentar algunas peculiaridades del país, acabar con mitos y empezar otros....  Es un blog creado para pasar un buen rato y practicar el sentido del humor, y de paso, intentar pillarle el punto a esto que llaman centroeuropa...